viernes, 21 de noviembre de 2014

La lectura desde la cuna: Algunas sugerencias

Lograr que el niño se enamore de la lectura

Desde antes de nacer, el niño tiene contacto con el mundo exterior a través de los sonidos y al nacer le atraen los descubrimientos sonoros y rítmicos.
Si los adultos que rodean al niño leen en voz alta, le relatan historias, leen poemas y realizan juegos de palabras; además de acercarlo al mundo de los libros, fortalecen el vínculo afectivo con sus pequeños. A los niños les agrada este momento especial y disfrutan de la cercanía de sus padres, sintiéndose  más seguros.
Recuerde que este es un tema “Hermosamente infinito, es el comienzo de un camino que nunca termina…………..”
Leerle a un niño ayuda a ampliar sus habilidades de razonamiento.

La lectura en el hogar

Un niño que tiene modelos lectores en su familia, seguramente va a querer imitar esas actitudes. Sugiero compartir las lecturas, leer en voz alta, invitar al niño a tomar sus libros, contarle sus anécdotas cuando era más pequeño, de sus hermanos, de la familia, de las mascotas, de sus pertenencias y lugares preferidos, relatar cuentos. El niño debe notar que leer es una actividad placentera e importante, para eso es necesario buscar el tiempo ritual y no interrumpirlo mientras se realiza.
Es aconsejable repetir rimas, retahílas, adivinanzas, juegos de palabras, poemas que sanan, que conjuran los temores, juegos y canciones folclóricas . Ver algunos ejemplos en el anexo.
Familiarizar a los niños con los libros para que  se acostumbren a verlos, a cuidarlos y a tenerlos no solamente en la biblioteca sino en todos los espacios de la casa, en la cocina, el baño, la sala, el comedor, en los veladores, también llevarlos cuando realice algún viaje.  Es necesario hacer del libro un objeto de su cotidianidad.

Formar la Bebeteca:

Invitar al niño a participar en la formación de “su propia bebeteca” e incentivarlo para que interactúe con ella. Mostrarle como cuidamos los libros, invitarlo a “leer”, darle la oportunidad para que él seleccione sus lecturas, revistas, historietas, comics, diarios, libros, las instrucciones de sus juguetes, la receta de las galletas o el postre que más le gusta.  Permtir que “lea las imágenes”.
A medida que va creciendo la bebeteca aumentará sus volúmenes, así puedes incluir libros de pintores, CD o cassettes de música; los cuentos clásicos deben comenzar a ocupar un espacio físico y afectivo importante en nuestra casa.
Desde pequeños se va formando el gusto y la sensibilidad estética, es recomendable que aprecien el arte, llevarlos a museos, exposiciones, conciertos, ballet, presentaciones de títeres y marionetas es un buen aporte para  su desarrollo integral.

Visitar Librerías y bibliotecas:

Hacer paseos a una librería, dar la oportunidad de mirar y tocar con tranquilidad diferentes libros, revistas y elegir sus propios libros.
A los más grandecitos se les puede:
Dar un paseo por las casas de algunos escritores que hoy se mantienen abiertas como museos. Es una manera de ampliarles el conocimiento de quienes escribieron para otros y nos dejaron una herencia cultural apreciable.
Visitar la Biblioteca Nacional para que conocer la sede y sus  diferentes espacios, las salas de lectura, la Mapoteca, la sala de periódicos, sala Medina (colecciones que datan desde el año 1.500), la sala América  propuesta  para eventos, la sala  Ercilla, para conferencias y charlas, la sala de referencia, la hemeroteca, la sala de internet, el Bibliotren (vago 
biblioteca) que esta ubicado en el jardín (Calle Mac Iver) de la Biblioteca Nacional. También ir  otras bibliotecas de la ciudad.

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